La Perla del Sur… Barahona
Hacer turismo interno es una de las actividades que más disfrutamos y es que nos permite conocer nuestro país desde varias perspectivas y beneficiar a la comunicad por el derrame económico que significa. Siempre he oído decir que ¨Del dicho al hecho hay un gran trecho¨ y cuando de conocer destinos se trata, esto es una gran verdad y cada vez nos quedamos gratamente impresionados en los viajes que realizamos.
Recientemente tomamos la carretera del Sur hacia Barahona, pero de estos viajes que lo haces sin presión, donde nos coja el día, lo que nos permite vivir la experiencia de otros destinos que tenemos que pasar y que una vez más nos sorprenden por su belleza y la calidez de su gente.
Decirles que el solo hecho de tomar la carretera del Sur me emociona, porque ver los cactus, los cambrones, las imponentes montañas, sus impresionantes atardeceres o simplemente sus casitas de campo y mientras más nos acercamos a nuestro destino ese mar color azul turquesa que nos enamora es un total disfrute.
Les cuento que degusté un desayuno en la provincia de Azua, que es para no olvidar, un bacalao hecho con la mano, como decimos en RD, ni decir del café azuano, sabroso. Me tomé una foto con Enriquillo en el Monumento a los Héroes de la Resistencia Indígena, estaba feliz, porque, que les digo, quisiera tener mas genes taínos, por su bravío y don de buena gente, aunque demasiados confiados, y ni hablar de la amabilidad de los azuanos, eso sí que vale la pena experimentar, solo por eso, sin contar las diversas playas que tiene, incluyendo algunas con historias heroicas, Azua siempre será, un destino a repetir.
Finalmente llegamos a la Perla del Sur, Barahona, con su Malecón que enamora, sus vistas impresionantes, su Polo Magnético, que no pueden dejar de experimentarlo en su vehículo, su Playa San Rafael y si quieres darte un baño en el agua dulce aprovechar el riíto que desemboca allí, o seguir subiendo hasta llegar a los Patos, bañarte en el río más corto de República Dominicana, o como yo disfrutar de la mejor gastronomía de mar, degustando un pescadito fresco, con tostones y un moro de habichuela roja hecho al caldero.
Como salí y no reservé a tiempo, y es que nos encanta mochila en mano coger carretera, les cuento que no encontramos hotel disponible, detalle que no pienso repetir, no nos pudimos quedar para seguir la ruta, o visitar Montesacro, otro tesoro de Barahona, por ejemplo, o degustar unos sabrosos quipes o katibías en #elMojito y desde allí deleitarnos con la hermosa vista que nos regala la costa.
Hasta otra visita a la Perla del Sur y esta vez continuar para el Sur Profundo.