Un Encuentro con el Ingenio de Boca de Nigua.

Fotos: Mayra De Peña.

Cuando a través de la historia me encuentro de cerca con la época de la esclavitud aquí en américa, se me contrae el alma, cuánto abuso del hombre con el hombre, por avaricia,  razones de color y de etnia, creyéndose unos dueños de la vida de los otros, bajo un orgullo estúpido que me imagino cada uno de ellos se dió contra la pared,  al constatar a la hora de su muerte,  que no había tal diferencia. Sé que en este tiempo existen otras formas de esclavitud,  pero nunca tan espantosamente abusiva como en el tiempo de la colonia en América. 

Hoy traigo hasta ustedes imágenes del Ingenio Boca de Nigua, el más importante de la isla en los últimos años de la dominación española, Esta edificación, propiedad del Duque de Aranda, es una obra que data del siglo XVI y forma parte esencial de los primeros ingenios coloniales de América. 

Cabe señalar que las ruinas estaban enterradas, la estructura actual son réplicas del primer trapiche no movido por fuerza humana, sino por caballos. Los trabajos de restauración y puesta en valor del Ingenio de Boca de Nigua fueron ejecutados por el ingeniero Ramón Báez López-Penha, usando el modelo clásico de ingenio del siglo XVIII y esta ubicado a 26 kilómetros de la ciudad de Santo Domingo, a unos 2 de la costa y a 100 metros de la orilla occidental del río Nigua, en el municipio San Gregorio de Nigua, San Cristobal.

Es imposible presentarles este trapiche sin hacer alusión a las lágrimas que allí debieron derramarse, y el sentido de impotencia ante la barbarie de los esclavistas que sentirían los esclavos, pero también el espíritu revolucionario, que trajo como consecuencia uno de los primeros alzamientos de los esclavos, razón por la cual el mismo tuvo un gran impacto. Se dice que esta sublevacion fue liderada por una esclava dedicada a las labores de cocina llamada Ana María y su marido Cristobal, ¨el Carretero¨. Cuando se produjo el alzamiento vino un comando de 53 soldados de Santo Domingo, los esclavos no aguantaron y se desperdigaron en esta zona, convirtiéndose en cimarrones. 

De acuerdo a informaciones, en este ingenio y me imagino que en los demás también, los esclavos más fuertes lo ponían en las calderas. Se dice que el estimado de vida de un esclavo, cuando era destinado a labores de trapiche era de 7 años y los que estaban directamente en la caldera duraban 2 años. Solo hay que ver las condiciones de los mismos al constatar los eslabones donde se engachaban las cadenas de los esclavos.

Se dice que para el año 1796 se catalogaba a la factoría de Boca de Nigua como la mejor de la isla. Un francés, C. Vincent, quien estuvo en el país en el año 1798, escribe en una Memoria publicada por Emilio Rodríguez Demorizi en su obra Viajeros de Francia en Santo Domingo, que durmió “en un ingenio perteneciente a un español, hombre muy meritorio Aria Sabal (Oyarzábal). Este establecimiento es sin duda, el más magnífico y mayor de la Parte Española, aunque las construcciones atestiguan por doquier que el propietario tenía mucho dinero y el arquitecto mucha pesadez en sus ideas y estilo de construcción”. Un dato poco conocido es que fue en este ingenio de Boca de Nigua, del Marqués de Iranda, donde en enero de 1801 Toussaint Louverture trató con don Leonardo del Monte, don José Sterling y el oficial real don Francisco Gascue de ajustar la paz con las autoridades españolas, paz que ominosamente se redujo a que el haitiano entrara glorioso y triunfante el 26 de enero de ese año a tomar posesión de Santo Domingo, recibiendo del general Joaquín García las llaves de la ciudad y sus fortalezas. Las instalaciones de esta factoría de azúcar aparecen como destruidas en el plano de los alrededores de la capital de 1809, publicado en 1810 por William Walton en su obra Present State of the Spanish Colonies.
Te invito a conocerlo!!

Datos: Fuente externa y ¨Es posible seguir en ingenio Boca de Nigua la forma de fabricar azúcar en el siglo XVIII1¨ María Ugarte-.
Agradecemos las informaciones sobre la historia del ingenio, recibidas de parte del Sr. Carlos Arias, en una visita realizada con un grupo de periodistas al Ingenio.