Aquí les regalo esta belleza natural…y es que esta casita de campo mas bella no puede ser. El escenario fue perfecto. Rodeada del verdor del campo y las hermosas amapolas detrás, el afectuoso saludo de sus ocupantes que nos hacen meditar acerca de donde radica la verdadera riqueza, la tranquilidad que allí se percibe, el trinar de los pájarillos y el excelente clima, retroalimentaron nuestro espíritu subiendo hacia el Pico ¨Diego de Ocampo¨ en la Cordillera Septentrional de República Dominicana.