En la tierra nada se pierde, todo se recicla
En estos tiempos en que estamos evidenciando los efectos del cambio climático, bueno los iniciales, porque los pronósticos a futuro próximo no son nada alagueños, hablamos mucho de la importancia que reviste el reciclaje para ayudar un poco en la creciente línea de decadencia que esta sufriendo nuestra ecología, por la forma irresponsable de nuestra huella humana, marcada por los intereses globales que hablan mucho de medidas para frenar las causas de la concentración de gases de efecto invernadero, pero es muy poco lo que se avanza.
Y mientras, el deshielo va viento en popa y con ello los efectos de elevación del nivel del mar, pronosticando la desaparición de islas y la muerte de animales acuáticos que están siendo amenazados por vulnerarseles su medioambiente. Ni que decir de la proliferación de los desastres naturales, la amenaza de poca disponibilidad de alimentos, el calentamiento global que se esta sintiendo, pero, aún con todo esto, muchos están dispuestos a que se destruya todo lo que tenga que destruírse siempre y cuando la hegemonía de sus intereses prevalezca.
Tal parece que el escenario es bien oscuro, pero leyendo sobre la maravilla de la creación, viene a mí lo dicho por el sabio Salomón en la Biblia, ¨Nada es nuevo debajo del sol, todo lo que es, ha sido y volverá a ser¨, y es que el ciclo de la creación no se detiene, solamente tenemos que ver el proceso de la fotosíntesis, fuente de energía tan vital para la vida en la tierra nos deja extasiado, y es que mientras exista sol, habrá vida, éste, a través de la fotosíntesis le permite a las plantas capturar la energía necesaria y convertirlas en pasto, hojas y árboles, claro que no todo lo puede hacer este proceso, son infinidades de procesos naturales que se encargan de combatir lo que la raza humana se empeza en destruír. Ni que decir del suelo, este también juega un rol esencial en la cadena de suministro de la vida, este, actúa como una planta de reciclados de nutrientes, que da soporte al funcionamiento de estos.
Igual, de una manera u otra la tierra se defenderá y las transformaciones decadentes en nuestro medio ambiente, ocasionadas por la huella humana, acabarán con destruír la causa (la humanidad) pero ella seguirá su curso con los cambios que sean necesarios, porque hasta los incendios forestales son necesarios, la tierra recicla y otros seres vivientes se benefician, así es la maravilla de la creación.
Esta guerra de intereses tiene un gran perdedor, el hombre.
Ojalá y podamos repensar sobre qué estamos haciendo con nuestra huella y hacer las paces con ese insumo que fue creado para servirnos, esta tierra que nos fue entregada para que la cuidáramos, se nos instó a que le permitiéramos trabajar y descansar, pero la hemos tenido como esclava sin descanso, que sin hablar nuestro lenguaje nos dice tantoy nos alerta porque su misión es ayudar, pero en nuestra necedad, en nuestro ego, no queremos escucharla.
Una vez más, cuidemos el medioambiente, que es lo mismo que cuidarnos a nosotros mismos.