Las habichuelas con dulces y su historia
Estamos en plena cuaresma y además de recibir en estos días una brisita rica que llama a volar chichiguas, tradición nuestra y hacer una reflexión de la importancia de este tiempo, espiritualmente hablando, dando gracias a Dios por enviar a Jesús a dar su vida por nosotros en la Cruz del Calvario, hecho que celebramos en la ¨Semana Santa¨, llamada también ¨La Semana Mayor¨, aquí en dominicana es un tiempo de comer un postre muy característico entre nosotros….¨Las Habichuelas con Dulce¨.
Desde que inicia la cuaresma es tradición en las familias hacer habichuelas con dulce y si las hace Mamá mucho mejor. Nos encanta reunirnos en las terrazas de las casas, o en el patio a degustar nuestras sabrosas habichuelas.
La tradición es hacer en grandes cantidades, ya que para muchos constituye un plato fuerte, sea caliente o fría y en adición brindamos , a los vecinos y amigos y por si fuera poco guardamos en la nevera para volver a repetir de lo deliciosa que es, muchos dicen que al otro día sabe mejor.
Las habichuelas con dulce es una gastronomía dominicana, ¿pero desde cuando se conoce este postre, que lo hace tan apetecible?, a nivel de que donde quiera que haya un dominicano, en estas fecha hace sus habichuelas con dulce.
La tradición data de muchos años, pero la primera mención histórica de este ricura gastronómica, con todos sus ingredientes la hace Ramón Emilio Jiménez, en el año 1927, según las investigaciones realizadas por José Guerrero para su artículo “Más datos sobre las habichuelas con dulce”, publicado en una primera versión en la Revista Dominicana de Historia y Antropología (2006).
Guerrero sostiene que del origen de las habichuelas con dulce se sabe muy poco, y que incluso autores como David Porter Dixon, en 1846, y José Martí, en 1895, quienes escribieron diarios minuciosos sobre la comida de diferentes pueblos del territorio nacional, no mencionan nada sobre este plato.
Explica que la información más aproximada sobre el origen de esta tradicional comida se ubica a finales del siglo XVII y se relaciona con la era de Francia en Santo Domingo (1795-1809). El dato lo aporta Dorvo Soulastre, un militar francés que vino a Santo Domingo acompañando al general Hédouville el 27 de marzo de 1798.
En su informe describe la migración francesa de Saint Domingue (posteriormente Haití) hacia la parte oriental (hoy República Dominicana), entre la que se encuentra monsieur Francois Delalande, quien introdujo la costumbre de comer frijoles o legumbres.
Delalande vivía con su mujer e hijos al norte de Haití, donde tenía una pequeña finca de legumbres. Un mulato le pide la mano de una de sus hijas, y ante su negativa, y aprovechando la rebelión de esclavos en 1791, se venga matando las hijas y persiguiendo a la familia. El padre, la madre y los hijos varones huyen hacia Monte Cristi y luego a Santo Domingo, donde un español le cedió un pedazo de tierra.
De las legumbres producidas por Delalande, a Soulastre le llamó la atención especialmente unos frijolillos que se comían tan finos y azucarados como en Francia. Como no le fue posible aclimatar los frijoles franceses a la tierra dominicana, los sustituyó por otros de Estados Unidos. A parte de estos frijoles finos y azucarados, a Soulastre le brindaron una merienda de lacticinios, confituras del país, pastelones de azahar, merengues con vainilla, dulce angélico y chocolate, entre los cuales se pueden identificar tres elementos básicos de las habichuelas con dulce: frijoles, productos lácteos y azúcar.
Para el historiador José G. Guerrero, los frijoles franceses sembrados aquí y los importados debieron ser sustituidos por las habichuelas que estaban en América desde los tiempos precolombinos. Los dominicanos aceptaron las costumbres francesas y pasaron a consumir frijoles franceses o criollos, azucarados o salados.
Sostiene que en Haití esta costumbre no tomó fuerza por el hecho de que los frijoles azucarados eran consumidos por nobles y ricos plantadores, que emigraron a otros lugares y la costumbre no llegó a hacerse popular.
Para Guerrero, otro argumento que permite relacionar los frijolillos azucarados franceses con el origen de las habichuelas con dulce es que Soulastre lo describió en víspera de Semana Santa, cuatro días antes del Domingo de Ramos, lo que indica que eran parte de esta conmemoración que incluía procesiones y la quema de Judas.
En Cotuí, provincial Sánchez Ramirez se inauguraba la Cuaresma con una comparsa llamada Mediodía, en la cual un hombre se vestía de mujer seguido de un coro de niños que voceaba: ¡Habichuelas con dulce, por el burén, Mediodía!, y en Miches, muchachos disfrazados o tiznados cantanban: Muchachos que quieren/habichuelas.
Ingredientes: (para 20 personas)
2 libras de habichuelas rojas previamente hervidas
1 lata de leche de coco (opcional)
2 cucharaditas de sal
1½ tazas de azúcar
2½ tazas de leche evaporada
1 cucharadita de vainilla, opcional
2 libras de batata pelada y cortada en trocitos
2 ó 3 astillas de canela
8 clavos dulces
8 granos de malagueta (opcional)
1 taza de pasas
1 paquete de galletas de leche o cazabe en trocitos (recomendado)
preparación:
Luego de ablandar las habichuelas (1 hora de cocción aproximadamente, preferable en olla de presión, con la mitad de las especias), deje enfriar un poco. Si las prefiere sin los granos licúelas y páselas por un cedazo o colador, apretando bien para sacar toda la crema.
En otro envase ponga a hervir la batata con una taza de leche, una pizca de sal y el resto de las especias, hasta que esté bien tierna.
Una la crema de habichuela, la leche restante, la leche de coco, la batata y la sal en una cacerola de buen tamaño y deje a fuego lento, removiendo de cuando en vez, hasta que comience a hervir.
En ese momento se baja el fuego y se le agrega el azúcar y las pasas. Se remueve bien y se lleva al fuego de nuevo durante 5 minutos, pasados los cuales se quita del fuego.
Sirva con las galletitas de leche .
Datos históricos: Fuente externa