República Dominicana y los efectos del cambio climático.

República Dominicana y los efectos del cambio climático.

Foto de portada: Fuente externa.

Este sábado 18 de noviembre República Dominicana volvió a vivir la triste experiencia de ver colapsado la ciudad de Santo Domingo y otros puntos del país, a raíz de un disturbio atmosférico que, no podemos decir que nos tomó por sorpresa, pero sí que no lo situamos en su justa dimensión, trayendo luto y destrucción a muchos hogares y pérdidas económicas cuantiosas. Tres (3) días de luto nacional fueron decretados pero nada borrará de nosotros el revivir ese 04 de noviembre del 2022 pero a mayor escala.

Muchos quieren ponerle nombre para encontrar culpables y puede que los tenga, otros hasta lo quieren politizar, pero la realidad es que en una época en la que las redes están más presente que nuestras familias, no es precisamente lo importante lo que prevalece, ni lo que se reproduce, porque en el caso del fallo que fue alertado en el paso a desnivel que colapsó, ahora sale a relucir, pero muchos lo vimos y no apoyamos el llamado de atención hasta lograr de los estamentos correspondientes su empoderamiento porque no era un chisme, ni era un tema político de conveniencia particular y hoy vemos los resultados.

Hace un tiempo estuve participando en un diplomado por 6 meses sobre Cambio Climático y Gestión de Riesgo para Comunicadores y muchas informaciones me marcaron porque sin lugar a dudas no valoramos nuestros recursos naturales y no asimilamos lo que nos están pasando ni tomamos consciencia de lo que tenemos frente a nosotros.

Recuerdo que se decía que el 76% de la población estaba preocupada por el cambio climático y eso que no lo estaban viviendo como ahora lo hacemos, pero un 45% de este 76% ni siquiera reaccionaba, porque no es un tema prioritario para la sociedad. Vemos lo que acontece en otros países y nunca pensamos que nos puede pasar a nosotros, por tanto no nos preparamos ni para la prevención y mucho menos para la mitigación y esto incluye gobierno, empresarios, comunicadores, sector turismo y la sociedad en general. También enfatizaba acerca de que la población urbana, clase media y superior tiene un mayor  conocimiento, pero con muchas ideas equivocadas acerca de las causas e impactos del cambio climático. 

Los que nos interesamos en el tema y conocemos un poco sobre los desafíos ambientales, nos preocupamos ante una huella humana implacable que antepone sus intereses particulares al legado que le podemos dejar a las futuras generaciones, viendo gestiones medioambientales mediáticas que no se corresponden con la urgencia ante el cambio climático y sus efectos, que ha traído consigo la pérdida de biodiversidad, sequía, altas temperaturas, elevación del nivel del mar y un cambio drástico en el comportamiento de los fenómenos atmosféricos que desencadenas huracanes, maremotos y disturbios atmosféricos que traen consigo un incremento considerable en la pluviometría que arrastra con todo y también terremotos, estando la isla La Hispaniola entre las más afectadas.

No dejemos que otros desastres que pudieran ser peores vayan minando nuestras fuerzas y esperanzas y sobretodo este activo intangible que nos distingue y encanta como es la alegría del dominicano, actuemos a tiempo, cuidemos nuestros recursos naturales, no tiremos basura a las calles. Como comunicadores, unámonos para ser las voces de los que no tienen voz, hagamos compromiso social con las mejores causas, vivimos en un mayor grado del turismo, pero sin recursos no hay turismo y sin educación los recursos se agotan. Requerimos que los estamentos gubernamentales actúen con el compromiso social para lo cual fueron elegidos y no apostemos a mitigar, mas bien a prevenir, sé que no es fácil pero con voluntad podemos lograr mucho.

Sé que somos un pueblo resiliente y solidario pero tenemos un gran reto por delante y solo unidos y con responsabilidad social lo podremos lograr, nunca olvidemos que muchos de los recursos renovables, pueden tardar muchos años para renovarse. Cuidemos el único lugar que tenemos para vivir, la tierra.