Recién llegamos de una fructífera experiencia en el III Congreso Latinoamericano de Periodistas Turísticos celebrado en la ciudad de Panamá, donde tuvimos la oportunidad de compartir vivencias y recibir excelentes ponencias a cargo de diferentes países de latinoamérica, y ni que decir del deferente trato de parte de los organizadores y las atenciones del Hard Rock Megápolis Panamá y Wyndham Panamá Albrook Mall.
También hicimos presencia en algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad de Panamá, que nos habla de su historia y su presente, artesanía, folklore y gastronomía.
La ciudad de Panamá, es la capital de la República de Panamá. Tiene de especial el mostrar una gran metrópolis y su encanto histórico. Es el municipio más grande y poblado del país y por sus numerosos edificios altos se ha convertido en la ciudad de los rascacielos de América Latina.
Poder vislumbrar la majestuosidad de sus contemporánea infraestructura que dan testimonio de ser una urbe con un gran dinamismo económico ya que cuenta con uno de los centros bancarios más grandes del mundo,
actualmente – 91 bancos de diferentes latitudes– realmente impresiona, y es que no puede ser menos, poseen lo que todos conocemos como el Canal de Panamá, inaugurado el 15 de agosto de 1914, una obra maestra de la ingeniería del siglo XX que ha incidido de una manera magistral cualitativa y cuantitativamente en el dinamismo de la comunicación marítima en la región y lo será aún más con la ampliación del mismo, ya ejecutándose.
Hablarles del Canal de Panamá es otra entrega que les daré. La sensación percibida allí al contemplar todo el engranaje de este Canal y la sincronización y el concepto allí implementado nos enorgullece como latinoamericanos. Ver como se puede pasar del océano Pacífico al Atlántico acortando tiempo y distancia dinamizando el intercambio comercial de los países es asombroso, redundando esto en beneficio para la región y para la República de Panamá. Solo puedo acotar, que tomando en consideración la rentabilidad que obviamente representa para ese país poseer el Canal, siento que el mismo no se refleja en su total dimensión en el pueblo panameño, como debería de ser, y es que quisiera haber visto en otros lugares de la ciudad fuera de la metrópolis, mejor calidad de vida.
Pasear por su muy hermoso casco antiguo, poder disfrutar de la muy variada y deliciosa gastronomía, haber sido testigo de su folclore donde se pueden apreciar componentes indígenas, hispánicos y negroides. Caminar e ir de compras por sus grandes Malls, como MultiPlaza, Albrook Mall, Multicentro Plaza, entre otros, donde coexisten una gran variedad de las mejores marcas a disponiblidad de los usuarios fue una grata experiencia.
Tomamos carretera y nos adentramos 127 kilómetros de la ciudad de Panamá hacia el Valle de Antón donde se percibe una temperatura muy agradable. Allí vislumbramos la montaña de la ¨India Dormida¨, y escuchamos la siguiente leyenda:
Nos cuenta que ¨LUBA era la hija menor del Cacique Urraca, jefe de una tribu de Guaymies, de las fastuosas montañas que besaban el sol. todos la llamaban FLOR DEL AIRE, y la conocian como a una indiecita sencilla pero rebelde: herencia de su raza fuerte, que lucho contra los conquistadores españoles durante años. Lo que menos imaginaba LUBA, era que se anamoraria perdidamente de uno de los oficiales españoles que sometia a su pueblo.
Fue asi, como Luba despreció a Yaravi, un bravo guerrero de su tribu que la amaba con todo su corazón pero no era correspondido. Yaravi, victima de la ira al ver que era imposible merecer su amor, da fin a su vida, lanzandose al vacio desde lo alto de una montaña ante la triste y perpleja mirada de ella. Flor del Aire Luba, por no querer traicionar a su pueblo, renuncia al amor del extranjero y llorando desesperada, penando su desventura se pierde entre la maleza, se tiende sobre la sabana y… muere¨. De ahí la preponderancia de esa montaña.
A la hora de visitar Panamá no se pierdan:
Museo de la Biodiversidad.-
Ubicado en el edificio conocido como Puente de Vida, diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry, donde podrán adentrarse en el mundo de las especies que conforman nuestra biodiversidad, a nosotros nos encantó el muro de los colores donde podemos leer las especies panameñas y de la región que están en peligro de extinsión y las que ya hemos perdido, en fin es un mundo allí dentro que nos pone frente a la importancia de preservar nuestras especies.
El Casco Antiguo .-
El lugar a donde fue traslada y vuelta a fundar en 1673 la ciudad de Panamá. Allí se puede visitar la Iglesia San José y ver su Altar de Oro, degustar de la gastronomía panameña en el
restaurante Diablicos, o sentarte en su Parque Catedral o Plaza de la Independencia, donde fue declarada la independencia panameña el 3 de noviembre de 1903, o simplemente caminar hacia diversos edificios históricos de interés, tales como el Museo del Canal, el Palacio Municipal, la Iglesia de la Catedral y las ruinas religiosas de la Iglesia de los Jesuita.
Visitar las tiendas de artesanía, señores es hermosa, versátil y muy colorida.
Restaurante Karimar, donde podrán degustar una deliciosa Corvina con patacones, a orillas del Pacífico, en la playa Venados en Veracruz. Señores ver las aguas del Pacífico retirarse en determinadas horas y volver de nuevo a cubrir la arena es impresionante.
La empatía y el trato de su gente fue muy buena y el ambiente de seguridad que experimentamos al tomar los taxis y caminar por su casco antiguo fue muy placentero.
Al Casco Viejo pueden llegar en taxi sin ningún problema.